top of page

EXPOSICIONES

"Entre Muros y Objetos"

Con los objetos se puede contar todo: son testigos de un momento específico de nuestra vida. Si guardamos un elemento (sea un trozo de papel, un tornillo, o lo que sea) de un momento en particular, estaremos congelando el tiempo. Este trocito de recuerdo nos hará saber que lo que sucedió fue real: los objetos que guardamos para preservar algún instante son lo único que tenemos tangible de lo que pasó. Habrá bruma en nuestra mente, pero el objeto tiene textura, tiene forma: podemos tocar y volver a rumear lo que vivimos.

Bernarda Rebolledo

Exposición individual en Casa Womb Ciudad de México

Junio 2024

"Marcela, tengo libre condición"

2016: 44 Festival Internacional Cervantino, Museo Iconográfico del Quijote, Guanajuato, Guanajuato.

2017: Multiforo Tlalpan

“Marcela, tengo libre condición” es una instalación de Hely Reuter y Melanie Loske originalmente creada para el 44 Festival Internacional Cervantino, con motivo de las conmemoraciones mundiales por los 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes acontecidas en el año 2016.

La pieza central, un maniquí femenino, evoca a Marcela, protagonista de la novela universal Don Quijote de la Mancha. La posición de este personaje frente al amor, las expectativas sociales, la libertad y la autoafirmación han logrado que sus palabras se consideren el primer discurso feminista de la literatura en castellano hasta ese momento.

Al negarse al matrimonio y optar por una vida autónoma Marcela, pastora de excepcional belleza, trato gentil y múltiples virtudes morales, hiere sin querer las aspiraciones de sus numerosos enamorados y en particular los de Grisóstomo, cuya desesperación lo conduce al suicidio. El pueblo se indigna y señala a Marcela, la acusa de ser cruel, fría y desdeñosa.

Sin embargo, ella tiene la valentía de presentarse en el entierro y de reivindicar su derecho a la independencia y a la libertad, su derecho a elegir una vida feliz y solitaria de pastora para gozar de los dones de la naturaleza sin necesidad de acatar obligaciones conyugales por las cuales no siente interés alguno.Marcela ha decidido no subordinarse a un hombre, ni emocional ni económicamente, porque a fin de cuentas posee una fortuna propia. Sus palabras son apasionadas, contundentes y honestas, sin tintes de soberbia ni egoísmo.

Muchas conquistas se han obtenido desde que Marcela, personaje ficticio, profirió tan audaz discurso hacia 1605. La han seguido en esta batalla contra las imposiciones sociales legiones de mujeres de carne y hueso. En ocasiones se han hecho acompañar de hombres conscientes de la necesidad de cambiar un estado de cosas opresivo para todos, a fin de cuentas. Cómo no dar crédito a los hombres que también han enarbolado esta bandera cuando es el propio Cervantes quien da voz a Marcela.

Sin embargo, remitiéndonos a nuestros días, queda un largo trecho por recorrer, la batalla por la liberación femenina no puede cejar un solo día. Millones de mujeres en el mundo son aún impedidas de elegir su destino libremente. Desde la más temprana edad y a lo largo de su existencia son cosificadas, sufren atropellos cotidianos y situaciones de discriminación, falta de oportunidades, acoso, explotación, violencia emocional y física. Las cifras que alcanzan los feminicidios resultan escalofriantes.

El motor que alimenta tanto odio y abuso es el simple hecho de que una persona haya nacido mujer.

El machismo y la misoginia permean las distintas culturas, de manera abierta o sutil, mientras recrea estereotipos y roles sexuales cuyos efectos resultan devastadores para las relaciones y los derechos humanos.

Si hoy en día la lucha está lejos de haber sido ganada, no es difícil imaginar que en la época de Marcela el contexto social fuera adverso para las reivindicaciones feministas.

Por ello, Hely Reuter y Melanie Loske -madre e hija- se reúnen con sus propias experiencias vitales compartidas y personales desde la feminidad y despliegan sus talentos artísticos para rendir homenaje a Marcela.

Se adivina en la obra el ambiente que rodeó al personaje a través de símbolos amenazantes como las manos acusadoras, una red dispuesta para secuestrar a quien infrinja las normas impuestas, la gargantilla que al apretarse puede privar de oxígeno y vida, la sangre fluyendo de la herida abierta y del corazón palpitante. El color blanco remite a las intenciones puras y sinceras de la protagonista, protegida por una multitud de golondrinas. Éstas nos devuelven la esperanza mientras alzan el vuelo hacia la libertad y hacia los valores que otorgarán fuerza, dignidad y entereza a Marcela, encarnación de cualquier mujer en busca de su emancipación.

Gloria Maldonado Ansó Ciudad de México, 8 de marzo de 2017

bottom of page